Palma de Mallorca, 13 de
Mayo de 2014
Consulado General de
España en Lima
Señor Cónsul:
Por la presente, me
permito dirigirme a Ud. para agradecerle profundamente se haya tomado
la molestia en DENEGAR, POR TERCERA VEZ CONSECUTIVA ESTOS ÚLTIMOS
TRES AÑOS, el Visado turístico solicitado por nuestra amiga
peruana, la Señora Zully Socorro Moreno Romero, justamente un día como hoy, Fiesta de la Virgen de Fátima!
Usted no sabe ni se
puede imaginar cuánto nos satisface y alegra saber que ha tomado
esa
decisión tan concienzuda, como correcta y justa.
Nuestra amiga piurana,
en efecto, no se merece viajar a Mallorca, ni tan siquiera para pasar
con nosotros el mes de Julio de 2014, y poder así acompañar con su
presencia a mi esposa, mujer de 75 años, diagnosticada con la
enfermedad de alzheimer desde hace cinco años. Lo comprendo
perfectamente. Las razones humanitarias no tienen cabida en los
cajones de la administración consular que Ud. dirige de manera tan
eficiente.
A la coletilla de los
dos años anteriores, según la cual “no se puede establecer su
intención de abandonar el territorio de los Estados miembros antes
de que expire el visado” (9), este año se ha visto usted en la imperiosa
necesidad de tener que añadir “no ha aportado pruebas de que
dispone de medios de subsistencia suficientes para la totalidad de la
estancia prevista o para el regreso al país de origen o de
residencia, o para el tránsito a un tercer país en el que tenga
garantías de que será admitida, o bien no está en condiciones de
obtener legalmente dichos medios” (3).
Muy bien. Le felicito, señor
Cónsul. Usted sí sabe de qué va la cosa. Por los datos que le he
ido aportando durante estos últimos tres años, estoy plenamente
convencido de que usted sabe muy bien que nada de lo contenido en el
párrafo anterior es cierto, sino todo lo contrario: inclusive me
ofrecí, en la primera ocasión, a viajar juntos en su viaje de
retorno a Lima... antes de que expirase su visado... Y, siempre, he
puesto a su disposición recursos económicos más que suficientes
como para que se pudiera enfrentar a cualquier eventualidad que los
requiriera.
Si lo que usted quiere
manifestar con su DENEGACIÓN es que NO QUIERE que la señora Zully
Socorro Moreno Romero viaje hasta donde vivimos nosotros, dígaselo
con toda claridad. Y se habrá acabado la historia. Pero no nos tome
por tan tontos ni por gentes tan ignorantes: usted sabe a la
perfección que nuestra amiga peruana puede contar -podía- con recursos
económicos más que suficientes como para viajar como
turista hasta Mallorca y permanecer entre nosotros durante todo el
mes de Julio de 2014; y usted sabe perfectamente que nuestra amiga
piurana estaba en condiciones perfectas para abandonar Europa antes
de que expirase su contrato, porque, como ciudadano europeo, lo
garantizaba yo mismo, no sólo con mi palabra y mi prestigio
personal, sino también con la ley en la mano y mi declaración jurada
firmada.
Le reitero mi
felicitación, señor Cónsul, por haber cumplido a la perfección,
en este caso, con la función consular que se le ha encomendado desde
Madrid.
Espero y deseo que, como ya ha ocurrido en demasiadas
ocasiones anteriores, no se le cuele nadie más, mucho más indigno,
mucho más indeseable, mucho más perverso, mucho más deleznable,
mucho más nefasto y mucho más repudiable que nuestra buena amiga
piurana: una excelente madre de familia, una mujer religiosa,
hacendosa, capaz de llevar a toda la familia hacia adelante, a pesar de
las dificultades y con una hijita padeciendo hidrocefalia... durante
17 años seguidos... hasta que se muere...
No como tantos otros
peruanos que, lamentablemente, se han hecho presentes en Europa, y
están dando tanto que decir y forzando tanto a tener que actuar
policialmente con contundencia, debido a unos comportamientos que no
pueden ser considerados en nada ejemplares.
Quiero creer y pensar
que éstos individuos sí que se merecían obtener la autorización
del Consulado General de España en Lima para viajar a Europa.
Nuestra buena amiga peruana, no.
Me ahorro tener que
repetirle los múltiples argumentos y escritos que le he ido pasando
a lo largo de estos tres últimos años, para intentar convencerle de
la necesidad y utilidad de conceder a nuestra amiga piurana su
necesario Visado turístico. No lo hemos podido conseguir. Le
felicito, de nuevo, por su buena gestión llevada a cabo en este
caso. Espero se lo compensen con creces Dios y los hombres.
Con mi profundo
agradecimiento por haber contribuído usted a ahorrarnos unos
euritos, después de los que ya llevamos gastados durante estos
últimos tres años con la finalidad de poder contar en Mallorca con
la compañía y la presencia de nuestra buena amiga piurana, me
despido de usted hasta siempre.
Cecili Buele i Ramis
DOI 41345613P
3.-
CARTA RESPUESTA DEL CÓNSUL GENERAL DE ESPAÑA EN LIMA
Estimado
Sr. Buele,
En
respuesta al escrito que ha dirigido al Sr. Ministro, lamento
profundamente que usted tenga esta opinión del Consulado General que
se encuentra a mi cargo. Desde esta Oficina examinamos con
objetividad todos los expedientes de visado y, en caso de no quedar
acreditado el cumplimiento de los requisitos contemplados en la
normativa aplicable, no nos queda otra alternativa que denegar las
solicitudes.
Si
la Sra. Moreno no está conforme con la denegación de su solicitud,
puede presentar, como se indica en la resolución denegatoria, un
recurso de reposición ante el mismo Consulado General en el plazo de
un mes a contar desde el día siguiente a la fecha de notificación o
un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de
Justicia de Madrid en el plazo de dos meses.
Reciba
un cordial saludo,
Andrés
Collado González
4.-
MI ÚLTIMA RESPUESTA AL CÓNSUL GENERAL DE ESPAÑA EN LIMA
Palma de
Mallorca, 17 de Mayo de 2014
Sr. D. Andrés Collado
González
Cónsul General de
España en Lima
Sr. Cónsul
Al
agradecerle se haya dignado contestarme el escrito que le mandé,
debo decirle que no acabo de entender por qué motivos tiene usted
que “lamentar profundamente que un servidor tenga esta opinión del
Consulado General que se encuentra a su cargo”.
Lo que
le he manifestado por escrito al Excmo. Sr. Ministro de Asuntos
Exteriores y de Cooperación del Gobierno de España, no es otra cosa
que “se
dignara concederle a usted la más alta distinción que le pudiere
conceder dicho Ministerio... ya que a mi modesto entender se la
merece, por unas actuaciones suyas tan ejemplares como las que ha
venido llevando a cabo, en sede consular limeña, por tres veces
consecutivas estos tres últimos años...”
Creía yo que a
usted le iba a gustar mucho esa concesión honorífica, y no que iba
a lamentarlo tan profundamente! Me tendrá que disculpar mi falta de
ignorancia!
Como puede
comprender, quien no está de acuerdo con su Resolución denegatoria
de Visado, no es tanto la señora Moreno a la que usted alude
solamente, como yo mismo.
Soy yo, quien le
escribe, el que se ha manifestado profundamente interesado, durante
estos últimos cuatro años, en que dicha señora, amiga nuestra
desde hace muchas décadas (año 1978...), pudiera venir a Mallorca a
acompañar a mi esposa -enferma de alzheimer- ni que fuera solo un
mes durante el verano...
Es por ello que fui
yo, y no la señora Moreno, quien realizó los trámites pertinentes
para cursar TRES CARTAS INVITACIÓN ante el Ministerio del Interior,
en la Dirección General de la Policía del Cuerpo Nacional de
Policía en Palma de Mallorca, firmadas por mí mismo los años 2012,
2013 y 2014; fui yo quien ingresé en su cuenta corriente las
cantidades económicas que se le exigían para poder viajar a Europa;
fui yo quien reservó todos los años en agencia de viajes los
correspondientes billetes de ida y vuelta a su nombre; fui yo quien
me comprometí a tenerla alojada en nuestro propio domicilio durante
todo su tiempo de permanencia en España; fui yo quien me comprometí
a que saliera del territorio español en el plazo de vigencia de su
posible Visado, etc.
Usted sabe muy bien
que no es solamente a la señora Moreno a quien afecta su Resolución
denegatoria de Visado. Es sobre todo a mí y a mi esposa, a quienes
nos duele en el alma no haber podido conseguir del Consulado General
de España en Lima, por las vías legales, lo que tantísimos
peruanos consiguen por otras vías (que me imagino que usted conoce
mucho mejor que yo, por el cargo que ostenta: falsos contratos de
trabajo, falsos contratos matrimoniales, falsas reagrupaciones
familiares...) Para qué le voy a contar!
Por otro lado, como
usted sabe, de nada nos ha servido, tampoco, haber solicitado y
sufragado los gastos de un abogado mallorquín que nos ayudara en la
presentación del RECURSO DE REPOSICIÓN a que usted se refiere.
También fue DENEGADO por el Consulado que se encuentra a su cargo.
Y tampoco nos
resultaba factible, como sabe usted, PRESENTAR RECURSO CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Por
la imposibilidad de que éste resolviera en los plazos prefijados.
Tampoco quiero
pasar por alto mis múltiples comunicaciones personales a ese
Consulado que tiene usted a su cargo, informándole detalladamente
sobre mi situación económica, profesional, familiar, etc.
Le tengo que
agradecer que, en esta ocasión, por lo menos he podido conseguir se
dignara contestarme el escrito que le envié, con copia al Señor
Ministro y al Señor Cónsul del Perú en Palma de Mallorca.
Lamento
profundamente que la imagen de España en Europa, a los ojos de
muchos ciudadanos deje tanto que desear. Y que a los ojos de muchos
latinoamericanos muchísimo más. En lugar de abrir puertas a gentes
honestas, laboriosas, ejemplares, modestas, se están dando
demasiadas facilidades a gentes indeseables que no tendrían que
haber pisado nunca territorio español...
Suya es la
responsabilidad, que yo me limito a reconocer y a acatar. Aun cuando
no comparto esa manera de proceder tan poco humanitaria que usted
difunde, con resoluciones denegatorias tan difíciles de comprender.
Siga, pues, por
este camino, señor Cónsul. Quizás, con el tiempo, llegue a hacerse
merecedor de esa distinción honorífica a la que me refería al
principio de mi escrito.
No olvide nunca,
sin embargo, que le habrá llegado por haberse atrevido a denegar
unas autorizaciones administrativas que en sus manos estaba haber
podido conceder.
Atentamente,
Cecili Buele i
Ramis
DOI 41345613P